En esta entrada vamos a comentar qué es la alopecia y qué puedes hacer para prevenirla y tratarla.
Como siempre hacemos: definiciones
Los seres humanos tenemos pelo en la piel en casi todo el cuerpo. Son excepciones las palmas de las manos, las plantas de los pies y el ombligo.
Cuando se pierde el pelo en una zona que antes tenía pelo normal hablamos de alopecia. La que más suele preocupar es la de la cabeza, pero puede aparecer en cualquier parte del cuerpo que normalmente esté cubierta por el pelo.
En cambio, hay veces que el pelo nace con algún defecto y se cae antes de tiempo o directamente nunca llega a aparecer. Cuando hay una zona con pérdida de pelo porque nunca hubo un pelo normal se habla de hipotricosis si es una ausencia de pelo parcial y de atriquia si es una ausencia de pelo total.
En esta entrada vamos a hablar de alopecia, es decir, aquella situación en la que se pierde un pelo que era previamente normal.
Estructura del pelo
Para entender por qué se cae el pelo y qué podemos hacer al respecto, hay que conocer primero la estructura básica del pelo.
Cada pelo está situado en la piel, de la que nos interesan 2 capas: una superficial y fina que se llama epidermis y otra más profunda y gruesa que se llama dermis. Para cada pelo, la epidermis hace como un saquito dentro de la dermis. En el fondo de este saco hay unas células especializadas llamadas papila dérmica. Estas son las que se encargan de ir sintetizando el pelo, que crece hasta llenar el saquito y sale por la piel por un poro, que es cuando se puede ver.
Acompañando a este saquito hay una glándula que produce grasa que se llama glándula sebácea y un músculo que hace que el pelo se ponga tieso y que se llama músculo erector. Hay vasos sanguíneos que llegan hasta la papila dérmica y le van dado a sus células los nutrientes que necesitan para que fabriquen pelo.
En conjunto, todo lo anterior se llama folículo pilosebáceo. Te dejo un enlace donde puedes ver imágenes y una descripción más detallada [Estructura y funcionamiento de la piel – Trastornos de la piel – Manual MSD versión para público general (msdmanuals.com)].
A lo largo del cuerpo hay unos 5 millones de folículos, de los cuales entre 100000 y 150000 están en la cabeza.
Tipos de pelo
Básicamente hay dos tipos de pelo: pelo terminal y vello.
El pelo terminal es más largo, más grueso y con un color más intenso (en general, más oscuro).
El vello es más corto, más fino y de un color más claro. Muchas veces ni se ve y es el que cubre aquellas zonas del cuerpo en donde parece no haber pelo.
Dónde crece cada tipo de pelo es muy particular de cada persona. Hay zonas comunes que siempre tienen pelo terminal, como la cabeza, las pestañas, las cejas, la zona genital o, en los hombres, la barba y el bigote. Si embargo, en el resto del cuerpo hay personas con más pelo y otras con menos. Son zonas comunes de pelo terminal el dorso de los antebrazos, las piernas, las axilas y, en los hombres, el pecho y el abdomen.
Ciclo del pelo
El pelo va siguiendo un ciclo en el que primero crece, luego va perdiendo fuerza (se dice que involuciona) y, por último, se cae. Este ciclo va repitiéndose continuamente.
Cuando el pelo está creciendo se dice que el folículo está en fase anágena. Durante este periodo, las células de la papila dérmica, que están dentro de la piel, van sintetizando pelo nuevo que crece hasta salir por un poro de la piel, que es cuando se puede ver. A partir de ahí el pelo se va haciendo más y más largo, a un ritmo de 1 centímetro al mes aproximadamente.
Esta fase tiene una duración diferente en cada persona, normalmente entre 3 y 7 años, y es lo que determina cuánto puede crecer el pelo. Una persona con una fase de crecimiento de 3 años, que son 36 meses, puede tener un pelo de hasta 36 centímetros aproximadamente; si dura 7 años, que son 84 meses, el pelo podrá crecer hasta los 84 centímetros más o menos.
Cuando la fase de crecimiento termina, el folículo entra en lo que se llama fase catágena. Es un periodo de involución que dura unas 2 semanas. Es una transformación en la que se prepara para descansar.
Después de eso, entra en la llamada fase telógena. Es una etapa de reposo en donde las células de la papila dérmica ya no sintetizan más pelo, que se va haciendo poco a poco más superficial hasta que se cae. Durante esta fase, que dura unos 2-3 meses, el pelo es visible y a simple vista no se puede distinguir entre un pelo que está en reposo y otro que está creciendo.
Antes de que el pelo se caiga, el folículo entra de nuevo en fase de crecimiento y la papila dérmica empieza a fabricar un nuevo pelo que saldrá por el poro poco después de que el anterior se haya caído. De esta manera, todos los folículos están continuamente pasando de una fase a otra.
Aproximadamente un 85-90% de todos los folículos están en fase de crecimiento, un 1% en fase de involución y un 10-15% en fase de reposo. En la cabeza, se caen al día entre 50 y 150 pelos como promedio.
Causas de alopecia
Existen muchas cosas que pueden hacer que el pelo deje de crecer con normalidad, pero podemos resumirlas todas en dos:
- Destrucción del folículo pilosebáceo. Hay algo que rompe alguna estructura encargada de que el pelo crezca. Es lo que se busca con la depilación por láser, por ejemplo.
- Alteración del ciclo del pelo. O bien la fase de crecimiento se hace muy corta o bien la fase de reposo se hace muy larga, o ambas cosas a la vez. Como resultado, tenemos que el pelo se cae más deprisa de lo que crece.
Voy a comentar algunas causas de alopecia.
Una de las circunstancias más frecuentes es que haya algún déficit. Es decir, que en nuestra dieta no estemos incorporando lo suficiente de alguna de las sustancias que necesita el cuerpo para sintetizar pelo. En este caso, el organismo se reservará lo que tenga de esas sustancias para órganos más importantes que el pelo, como el cerebro, el corazón o el riñón.
También tenemos que considerar las causas físicas, como un golpe, una herida o una quemadura. Son cosas que directamente rompen el folículo pilosebáceo por tracción, compresión o por cambios de temperatura muy grandes.
Otro factor que puede causar alopecia son las hormonas. Estas sustancias ayudan al folículo a regular su ciclo normal y, cuando se encuentran en cantidades inadecuadas, el pelo puede entender por error que tiene que caerse, sobre todo cuando predomina un tipo de hormonas llamadas andrógenos.
La alopecia también puede estar causada por infecciones, es decir, por microbios que atacan al folículo pilosebáceo y lo destruyen. También pueden ser infecciones de la piel que afecten al folículo.
Hay ocasiones en que el pelo se cae como consecuencia de alguna intoxicación, por medicamentos o por sustancias nocivas, que pueden alterar el funcionamiento del folículo u obligar al cuerpo a reservar recursos para defenderse de la intoxicación.
El cuerpo, para defenderse de la mayoría de estas agresiones y luego para arreglar los desperfectos, recurre al sistema inmunitario, que actúa destruyendo todo lo que no sirve (microbios, tóxicos, etc.) y estimulando a las células para que regeneren lo que se ha roto. Este proceso se llama inflamación y, como norma general, es algo beneficioso.
Sin embargo, en ocasiones la inflamación es muy fuerte o se mantiene demasiado en el tiempo. Es el caso cuando la agresión es muy prolongada o es muy intensa o cuando hay una enfermedad del sistema inmunitario que lo mantiene muy activo. Cuando esto ocurre puede ser que se destruyan por error cosas que no estaban rotas. Si el folículo pilosebáceo es una de esas cosas, puede aparecer una alopecia.
Por último, hay que considerar a la ansiedad y al estrés. Estas circunstancias consumen muchos recursos corporales, por lo que, si tenías un déficit de alguna sustancia, se puede agravar. También pueden alterar la secreción de hormonas o el funcionamiento del sistema inmunitario. Como ves, es una causa muy importante de alopecia.
En el caso del pelo de la cabeza, la ansiedad, además, pone en marcha otro mecanismo que puede producir alopecia. Para entender este mecanismo, tenemos que considerar varios músculos que hay bajo el cuero cabelludo. Uno está en la frente, el músculo frontal; otro está en la nuca, el músculo occipital; y otros dos están a los lados, los músculos temporales. En medio de todos ellos, hay un tejido poco elástico, como cuero, que se llama galea aponeurótica.
La ansiedad hace que estos músculos sufran contracturas y que la galea aponeurótica se ponga tensa. Esto puede dar lugar a dolores de cabeza que se notan como si lleváramos un casco que nos queda pequeño. Pero, además, puede dificultar el paso de sangre hasta el cuero cabelludo, con lo que los folículos pilosebáceos no reciben los nutrientes necesarios y pueden debilitarse o incluso desaparecer.
Este proceso por sí solo no suele ser suficiente para que se caiga el pelo, pero cuando se combina con alteraciones hormonales o con algún proceso inflamatorio, puede ser la gota que colma el vaso y puede conllevar una alopecia.
Entonces, ¿qué hacer contra la caída del pelo?
En primer lugar, no te asustes. Como ya hemos comentado al principio, el pelo se cae. Es más, el pelo se tiene que caer. Es parte de su ciclo, y ocurre más en algunas épocas del año. En general, las consultas por caída del pelo se multiplican en otoño. Recuerda que hasta 150 pelos pueden caerse al día sin que pase absolutamente nada. Si el pelo llega más allá de las orejas, 150 pelos pueden formar un manojo muy voluminoso, por lo que para medir si se te está cayendo pelo de más fíjate más en el grosor de tu coleta, en las entradas o en la densidad capilar, más que en el volumen del pelo que se cae.
En segundo lugar, ten cuidado con los golpes, las heridas, las quemaduras, la exposición solar, etc. Todas las agresiones físicas que sufres en la piel (o en el cuero cabelludo) pueden destruir folículos, por lo que la precaución es fundamental.
En tercer lugar, piensa que el pelo es un lujo para tu cuerpo. Aunque para ti sea muy importante porque es parte de tu imagen, para tu organismo hay cosas que le importan mucho más, por lo que, si no tiene energía o recursos para todo, el pelo es uno de los primeros sitios en los que va a ahorrar. Por eso es muy importante que cuides tu cuerpo con un buen estilo de vida y que cuides a tu pelo con una buena higiene y usando productos adecuados y de calidad.
Por último, si ves que no puedes controlar la pérdida de pelo o que se acelera sin motivo aparente a pesar del tratamiento o directamente no sabes si se te está cayendo el pelo o si es tu imaginación, consulta en tu centro de salud o con tu médico o médica.
Medidas contra la alopecia
Piensa que una vez que ya no hay folículo pilosebáceo, solamente queda el trasplante capilar. Pero antes de eso hay muchas cosas que puedes hacer.
Vamos a seguir el mismo esquema de siempre y hablaremos de medidas higiénico-dietéticas, medidas físicas y medicamentos.
Lo primero son las medidas higiénico-dietéticas
Mantén un buen estado de nutrición. Ya sé que lo digo siempre, pero estar en un peso saludable es fundamental (https://www.branchina.com/peso-saludable-como-conseguirlo-o-mantenerlo/). Si pesas demasiado, tu cuerpo puede estar sufriendo microlesiones por el exceso de masa corporal, lo que necesita muchos recursos que habrá que quitar, entre otros, del pelo. Además, un exceso de grasa en el cuero cabelludo y en el cuello, puede dificultar la circulación de la sangre hacia el folículo, con lo que este puede no recibir los nutrientes necesarios. En cambio, si pesas demasiado poco, tu cuerpo puede que no tenga energía o recursos suficientes para cumplir con sus funciones y se los tenga que quitar al pelo. Además, si tienes algún déficit concreto, aumenta el consumo de esa sustancia en tu dieta.
Mantén un buen estado de hidratación. El agua es necesaria para que cada estructura en el cuerpo cumpla con su trabajo adecuadamente, incluido el folículo pilosebáceo.
Controlar la ansiedad y el estrés es también muy importante porque generan un estado de hiperexcitación que puede consumir recursos en exceso (que habrá que quitarle al folículo), así como alterar la secreción de hormonas o el funcionamiento del sistema inmunitario.
Practicar actividad física de forma regular mantiene a los vasos sanguíneos en una condición buena, lo que favorece la circulación de nutrientes hacia el folículo pilosebáceo y la recogida de productos de deshecho. Además, ayuda a controlar la ansiedad y el estrés.
Evita el consumo de tóxicos como el tabaco, el alcohol o las drogas. Muchas de estas sustancias pueden acumularse en el folículo, dañándolo. Además, pueden poner en marcha procesos de inflamación y, de nuevo, hacer que tu cuerpo gaste más energía o recursos de la cuenta en depurarse, con lo que puede que no tenga bastante para el pelo.
Existe un tipo de caída del pelo que se llama alopecia por tracción, que ocurre cuando tiramos del pelo de forma mantenida, por ejemplo, con recogidos demasiado apretados. Intenta peinarte o recogerte el pelo sin excederte para que esto no ocurra.
Las medidas físicas como complemento
En este caso, hablamos fundamentalmente de técnicas de fisioterapia. En el caso específico del pelo de la cabeza, tratar toda la zona del cuello, el cráneo, la cara y la mandíbula es fundamental para asegurar un aporte de sangre adecuado al cuero cabelludo.
Por último, están los medicamentos
Los suplementos son un grupo de medicamentos que pueden usarse aquí, especialmente si te diagnostican un déficit (por ejemplo, de hierro o de alguna vitamina). Si son déficits del cuerpo, lo normal es que tengas que ingerirlos. Sin embargo, hay algunas sustancias que son específicas para el cuero cabelludo y que, aunque también pueden tomarse por la boca, en ocasiones existen en ampollas, lociones o champú. Muchas de ellas tienen una eficacia no probada y en ocasiones pueden ser perjudiciales, por lo que consulta a tu médico o tu médica antes de utilizar cualquiera de estos productos.
Hay un grupo de medicamentos que se llaman antiandrógenos que puede ser útil para la pérdida de pelo. Son medicamentos que contrarrestan los efectos de las hormonas llamadas andrógenos y solamente debes tomarlas con prescripción.
Resumen
El pelo es un artículo de lujo para tu cuerpo, por lo que necesita de un buen estado de salud para ser de calidad.
La alopecia es una pérdida de pelo que ocurre cuando previamente existía un pelo normal. Para manejarla, mis recomendaciones son las siguientes:
- No te asustes. Recuerda que al día pueden caerse hasta 150 pelos como promedio sin que pase absolutamente nada. Comprueba que la caída del pelo asocia una disminución del grosor de la coleta, un aumento de las entradas o una disminución de la densidad capilar.
- Mantén un buen estado de nutrición. Mantén una dieta variada. Si tienes diagnosticado algún déficit, refuerza el consumo en la dieta de la sustancia que te falta. Busca un peso saludable o mantenlo si ya lo tienes.
- Mantén un buen estado de hidratación.
- Controla la ansiedad y el estrés.
- Practica actividad física de forma regular.
- Evita los tóxicos (entre ellos el tabaco, el alcohol y las drogas).
- Evita peinados que produzcan una tracción mantenida en el pelo.
- Recurre a técnicas de fisioterapia para la zona del cuello, el cráneo, la cara y la mandíbula.
- Pregunta a tu médico o tu médica para saber si hay algún suplemento o medicamento que puedas consumir.
- Si ves que no puedes controlar la pérdida de pelo, que esta se acelera sin motivo aparente o si no tienes claro si realmente estás perdiendo pelo, consulta con profesionales de la salud.
Espero que esta entrada haya sido útil para saber qué hacer contra la alopecia.
Recuerda que esta información no sustituye al consejo de profesionales de la salud.
Si te quedan dudas o hay algo que no haya explicado bien, dímelo en los comentarios.